
Extracto de la entrevista realizada al presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria publicada por
El Mundo-La Cronica
Pregunta.— Por empezar por un tema que atañe a León y a Cantabria, ¿para cuándo habrá un acuerdo sobre la gestión de Picos de Europa?
Respuesta.— Espero que pronto. De hecho, nosotros ya hemos aprobado el convenio de colaboración interautonómico para la gestión integrada del Parque. El Parlamento de Cantabria autorizó por unanimidad la firma de ese convenio en octubre de 2006 y en noviembre de ese mismo año recibimos el dictamen favorable de la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado. En este momento, estamos a la espera de que Asturias y Castilla y León completen ese trámite imprescindible para proceder a la firma.
P.— ¿Debería haber un órgano que reuniera a los tres territorios?
R.— Pues sí, porque los Picos de Europa tienen una unidad que también se tiene que preservar. Sería muy interesante porque por encima de los límites provinciales y autonómicos hay un territorio que tiene muchas cosas en común.
P.— ¿Tienen Castilla y León y Cantabria algún tema pendiente en este momento?
R.— No. Las relaciones con Castilla y León son cordiales, no más, pero sí cordiales. Tenemos unas excelentes relaciones con el Principado de Asturias, una tierra donde me siento muy querido, y después con el País Vasco tenemos buenas relaciones de colaboración, pero no institucionales a nivel de la Presidencia. Yo con el señor Ibarretxe discrepo profundamente debido a sus posturas separatistas.
P.— San Glorio separa León de Cantabria. En este momento hay un proyecto para instalar una estación de esquí. ¿Cantabria es partidaria de apoyar ese proyecto?
R.— Ese proyecto es más de Castilla y León que de Cantabria. En nuestra opinión debe ser un proyecto respetuoso con el medio ambiente. Esa es la máxima premisa para que pueda salir adelante.
P.— A Santander llega un Alvia como a León. Los leoneses lo llaman 'patito' porque no es un AVE del todo. En el caso de Cantabria, ¿cuáles son los planes para la llegada de la alta velocidad?
R.— Las obras del AVE son complejas. De momento ha llegado a Valladolid y ya podemos ahorrar una hora en el viaje a Madrid, pero el reto es que la Alta Velocidad llegue a nuestra tierra el mismo día que al resto de las comunidades de la Cornisa Cantábrica. Contamos con el compromiso del presidente del Gobierno para que así sea. Cantabria está apostando además por la línea de alta velocidad con Bilbao, cuyo estudio informativo ha salido a licitación el pasado mes de diciembre.
P.— Todavía esta semana se abre el último tramo de la autovía de Cantabria a la Meseta.
R.— Ya era hora. Es una obra muy importante que nos va a colocar más cerca de Madrid. Yo espero que definitivamente se impulse el último tramo que queda en la provincia de Palencia, que ya no es tan costoso. Fíjese que la autovía de Cantabria a la Meseta ha tenido el coste por kilómetros más elevado de España. Con eso se dice todo.
P.— Los aeropuertos de Santander y Asturias están compitiendo en vuelos de bajo coste. Ya los hay en Bilbao y ahora también puede haberlos en León y posiblemente en Burgos. ¿No son demasiados aeropuertos?
R.— Yo hablo de Santander, que es el que conozco. Aquí sólo había vuelos a Madrid y Barcelona y apenas 200.000 viajeros anuales cuando yo llegué a la Presidencia. Hoy, en cambio, tiene un millón de pasajeros al año. Trabajan muchos más taxistas, la cafetería tiene siete empleados… El Gobierno de Cantabria ha apoyado el transporte aéreo y los resultados están ahí. Y eso es lo más importante.
P.— Cambiando de tema. Hoy un litro de leche es tan caro como uno de gasolina.
R.— ¡Ya era hora! Ya era hora de que el ganadero tuviera el beneficio que se merece. Nosotros tenemos en Cantabria la mejor leche de España y los mejores pastos; no es una leche de vacas en granjas de hormigón. La leche es un elemento básico en la alimentación y es lógico que su precio sea acorde al esfuerzo y al trabajo de los ganaderos. Hoy somos tan altos como los europeos, porque comemos tres yogures como ellos.
P.— ¿El turismo es una alternativa para el medio rural?
R.— Lo tiene que ser. Nosotros hemos impulsado una red de casas rurales. Las viejas casas de indianos, que los herederos no podían mantener, hoy son centros turísticos de calidad. La gente quiere tranquilidad y en Cantabria tenemos muchos rincones magníficos para el turismo.
P.— ¿Ganará Zapatero el 9-M?
R.— Yo creo que sí. Creo que no se ha equivocado tanto como para que no le den de nuevo la mayoría.
P.— Usted es un firme defensor de la unidad contra ETA.
R.— Mire usted, PP y PSOE representan a más del 80% de los ciudadanos de este país y tienen que ir juntos contra ETA, porque la sociedad se lo exige. Espero que después de las elecciones de marzo sean capaces de llegar a esa unidad. Si no es así yo personalmente estoy dispuesto a recorrer España exigiéndolo. ETA tiene una base social, que son unas 150.000 personas en el País Vasco, pero cada vez está más debilitada. Sólo hay que ver que después del último asesinato en Francia, a los dos etarras se les detuvo después de recorrer cientos de kilómetros como conejos, sin encontrar a nadie que les refugiara. Además, para mí es una barbaridad que se pongan en duda las intenciones de cualquier Gobierno de acabar con el terrorismo. El Partido Popular no ha dado ningún margen de confianza, ni un mínimo resquicio al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de lucha antiterrorista. Y eso tiene que cambiar a partir de marzo, gane el que gane las elecciones. Ambos tienen que estar unidos también para hacer frente al órdago del Plan Ibarretxe. Se puede criticar el sistema, los métodos, pero que hay una voluntad por parte del Gobierno de acabar con ETA es evidente. Ahí están las pruebas. Esta legislatura se ha metido en la cárcel a más gente que nunca y los poderes del Estado han estado funcionando correctamente. Todos sabemos que hay dos ETA: la ETA que actúa con las pistolas, la Goma-2 y las cartas; y la otra ETA, la que hace el papel político y que ahora mismo está aglutinada en torno a ANV, que es la sucesora de HB. No le cabe duda a nadie, pero la ilegalización es un tema que hay que hacer muy bien. Tienen que hacerlo los jueces, tienen que actuar con pruebas y hay que hacerlo de manera que luego no tengamos un revés judicial.
P.— ¿España se rompe por las disputas territoriales?
R.— La inmensa mayoría de los españoles no estamos dispuestos a que se rompa, aunque la tensión está ahí como consecuencia de los nacionalismos. Por eso yo creo que la unidad de los dos grandes partidos, que aglutinan la forma de pensar en esta materia de más del 80 por ciento de los ciudadanos, debe extenderse también a la política territorial. El nacionalismo vasco, catalán y también el gallego chantajean permanentemente al Estado, de ahí que sea bueno que en las próximas elecciones se produzca una mayoría suficiente para gobernar, con el fin de evitar ese chantaje permanente que acaba perjudicando al resto de los territorios.
P.— ¿Tienen futuro las comunidades uniprovinciales como Cantabria?
R.— Yo creo que a Cantabria le va mejor desde que somos autonomía. Yo he luchado por este objetivo desde el año 1976. Hoy tomamos nuestras decisiones, sin que nos tengan que decir en Madrid por dónde tiene que ir una carretera o un centro de salud. La cercanía que da el autogobierno contribuye a solucionar de forma más eficaz los problemas y en Cantabria se ha traducido en las mayores cotas de progreso y bienestar de su historia.
P.— ¿Cree que León debería ser una autonomía uniprovincial?
R.— Por historia y por su extensión, que es más grande que Cantabria, sí. Si yo fuera leonés lucharía por la autonomía de León. Aquí en Cantabria el 80% de los ayuntamientos votó a favor de una autonomía propia y se hizo. No teníamos nada que ver con las otras provincias que conformaban Castilla. En el caso de León no sé por qué no se le dio esa opción, pero es un territorio con la suficiente historia como para poder luchar por una autonomía propia, si es que así lo quieren los leoneses.
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